martes, 15 de mayo de 2012

Recuerdos de Mar del Plata: alfajores de chocolate



Mar del Plata, la perla del Atlántico, la ciudad feliz, es el destino turístico por excelencia durante el verano argentino. Ubicada en la costa del mar Argentino, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, es la cabecera del partido de General Pueyrredón y la urbe turística más importante de Argentina tras Buenos Aires, ya que en época de verano su población de 616.142 habitantes puede aumentar un 311%. Cuenta con una de las infraestructuras hoteleras más amplias del país.
Mardel fue fundada el 10 de febrero de 1874 por Patricio Peralta Ramos sobre la base de una reducción jesuítica de indios denominada "Nuestra Señora del Pilar del Volcán", que luego se denominó primeramente "Puerto de la Laguna de los Padres" y más tarde el nombre actual.

Las principales actividades son la industria portuaria y turística. La ciudad cuenta con industrias textiles, hortícolas, de construcción y metalmecánicas.
Mar del Plata es una ciudad encantadora, principalmente si se la puede disfrutar en su funcionamiento normal, sin el gran afluente de turistas. Mezcla de ciudad capital con pueblo, su gente es amable y los paseos por su costa resultan reconfortantes.

Pero volvamos a la cocina. Un alfajor de chocolate relleno de dulce de leche es uno de los grandes placeres de la vida... La masa crocante, levemente humedecida por el dulce de leche y recubierta por un exquisito chocolate: ¡qué más!

Según el Código Alimentario Argentino,
"Se entiende por Alfajor el producto constituido por dos o más galletitas, galletas o masas horneadas, adheridas entre sí por productos, tales como mermeladas, jaleas, dulces u otras sustancias o mezclas de sustancias alimenticias de uso permitido. Podrán estar revestidos parcial o totalmente por coberturas, o baños de repostería u otras sustancias y contener frutas secas enteras o partidas, coco rallado o adornos cuyos constituyentes se encuentren admitidos en el presente Código. (...)" Art. 761 bis.
Existen alfajores para todos los gustos: hay de "la costa" como los clásicos Havanna y Cachafaz, de maicena, santafesino y cordobés. Todos tienen su particular elaboración, relleno y baño de repostería.

En esta oportunidad les traigo la receta de los clásicos alfajores "de la costa", en honor a mis años de vida marplatense.

Alfajores rellenos de dulce de leche y bañados en chocolate



Ingredientes (rinde para 60 tapitas):

Para las tapas...
600 g de harina leudante
1 cdta de polvo para hornear
4 yemas
200 g de manteca blanda
200 g de azúcar impalpable
200 g de cacao
Leche en cantidad necesaria

Para el relleno...
Dulce de leche

Para la cobertura...
Opción A: Chocolate cobertura.
Opción B: 1 clara
100 g de azúcar impalpable
1 cucharadita de jugo de limón
100 cc de agua casi hirviendo

Procedimiento:

Extender la harina sobre una placa para horno y tostarla. Retirar y dejar enfriar.

Tamizar con el polvo para hornear.

TIP: Este paso es muy importante ya que en el horno la harina se humedece y cuando la mezcles con los demás ingredientes te quedarán pequeñas bolitas blancas en una masa oscura. Lo digo por experiencia.

Poner la harina tostada sobre la mesa en forma de anillo. Colocar en el centro las yemas, la manteca, el azúcar impalpable y el cacao.

Unir los ingredientes del centro hasta obtener una pasta. Incorporar la harina agregando la leche que sea necesaria hasta unir todo en un bollo tierno, pero que no se pegotee en las manos.

Estirar la masa por partes dejándola fina y recortar las tapitas de alfajores. Distribuir los discos en placas enmantecadas y enharinadas y cocinarlos en horno caliente.

Una vez cocidas y frías, untar con el dulce de leche y formar los alfajores. Disolver chocolate cobertura negro y/o blanco y pintar los alfajores.



Ahora bien, si queremos hacer el glaseado para los alfajores blancos, debemos preparar el glasé de la siguiente manera:

Batir la clara con una pizca de sal hasta que esté espumosa.
Añadir de a poco, sin dejar de batir, el azúcar impalpable y el jugo de limón.
Luego agregar el agua casi hirviendo y continuar batiendo hasta lograr una consistencia espesa.
Bañar los alfajores y dejar secar en la heladera.

¡Listo! Una receta fácil, exquisita y que nunca va a salir mal porque con tanto chocolate... ¿A quién no va a gustarle?




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